Esta es una exposición hibrida que surge de una hipótesis planteada alrededor del vidrio y del vestido de Tehuana. En ella busco plantear que las trayectorias se vuelven formas, y su proceso parte de una especie de nomadismo fruto de la confluencia entre territorio, seducción y comercio cultural.
La investigación que antecede el Cáliz Tehuana tiene sus orígenes en dos elementos: el mundo geopolítico donde el istmo y el archipiélago ejemplifican la noción de la relación unidad-diversidad. Recordemos que el Istmo de Tehuantepec es la porción geográfica más angosta de México y en donde fue planeado en alguna época un canal interoceánico antes que se decidiera hacer el canal en Panamá. Por otro lado, la isla de Murano forma parte del archipiélago de la laguna Veneciana. Ambas locaciones comparten la posición de contener su propia cultura en un espacio aislado, pero también de enriquecerse del mundo exterior al estar conectados vía marítima con otros continentes.