Los versos que escuchamos en un pueblo de San Luis Potosí nos sugieren los temas de esta exposición como si fueran adivinanzas. ¿Qué hace el águila después de engullir a la serpiente? ¿Y qué le pasa al escudo nacional, después de consagrarse en la bandera? Un poeta popular responde con ingenio a la primera pregunta: el águila alza las alas, y su vuelo sirve para figurar la jactancia de un hombre que abandona a una mujer por compartir con otros su cariño. El nacionalismo mexicano y la construcción ideológica del sexo y el género están ligados íntimamente. Como prototipo masculino, el charro es muy macho, y su hembra es fiel y sufrida, vístase de china poblana o de Adelita. Para constatarlo, basta una ojeada rápida al cine, la música y la literatura de nuestro país durante los últimos cien años.