“Manta” (muselina industrial de algodón) bordada en diversas puntadas con estambre de lana, hilado aparentemente en fábrica, teñido con un colorante sintético guinda que se ha desangrado levemente sobre la tela de algodón. Las puntadas del bordado se dejaron sueltas para lograr una textura relevada.
Comunidad de habla náhuatl / San José Miahuatlán, Puebla
Mientras que Chilac y otros pueblos del valle de Tehuacán adoptaron la blusa, San José Miahuatlán y San Sebastián Zinacatepec conservaron el huipil hasta el siglo XX. Los bordados densos de Miahuatlán, que recuerdan la textura de una alfombra, tienen como antecedente los diseños tejidos con tramas suplementarias gruesas en prendas antiguas del centro y sur de México. La franja inferior, que no abarca todo el ancho del huipil y que muestra hilos sueltos en los extremos, parece derivar históricamente de un refuerzo enlazado de trama bajo el cuello, como la trencilla de los huipiles zapotecos de Yalálag. Los huipiles de Miahuatlán se dejaban abiertos a los lados; el frente se encajaba dentro de la falda de enredo, mientras que la parte trasera colgaba sobre la faja.
Colección de Madeline Mollet / Donación de Francisco Toledo al MTO