“Quién sabe hasta dónde viajarán nuestras manos.”
Lourdes Martínez Cayetano es hilandera, tintorera, joyera y tejedora de San Pedro Cajonos, comunidad zapoteca localizada en la Sierra Norte de Oaxaca. Cajonos es conocido por la crianza del gusano de seda, actividad que lleva un largo proceso y que doña Lourdes disfruta hacer.
Desde los doce años de edad, doña Lourdes comenzó a interesarse por el trabajo que realizaba su abuela: la crianza del gusano criollo para la generación de hilo de seda. Nos relata que la seda obtenida servía para satisfacer una demanda interna de autoconsumo en la elaboración de fajas que teñían con colorantes sintéticos y que usaban las mujeres como parte de su atuendo de boda.
Para producir un rebozo, doña Lourdes tarda un poco más de dos meses, ya que debe hilar la seda para después iniciar con el proceso de teñido utilizando cortezas de árbol que encuentra en su comunidad, tales como el encino, palo de brasil, palo de águila y nogal. Otros tintes utilizados son la grana cochinilla, el huizache, el añil y el pericón. Una vez que el hilo está teñido, comienza el montaje del telar de cintura. Doña Lourdes no sólo teje rebozos, sino también huipiles y bufandas mediante una técnica de tejido simple, para después crear diseños a partir de nudos en las puntas. Además de ser buena tejedora, ha innova- do con aretes y adornos que hace a partir del capullo del gusano de seda: “Mi marido empezó a diseñar con los capullos para hacer nuevos acceso- rios, empezamos a teñirlos con tintes naturales y en un día hicimos dos pares de aretes. Me gusta hacerlos porque lucen mucho cuando la gente se los pone.”
Para ella, tejer representa una de las partes del proceso más importantes y la que más disfruta. La dedicación y el esfuerzo que imprime doña Lourdes a su trabajo, lo refleja con el compromiso y la emoción que le da participar en eventos para vender fuera de su comunidad. Esto la motiva para continuar con su tejido y diseñar nuevas piezas de joyería, que la gente pueda conocer lo laborioso que resulta este trabajo.
“Cuando se venden nuestras piezas, nos sentimos contentos, porque sabemos que le mostrarán nuestro trabajo a otras personas y quién sabe hasta dónde viajarán nuestras manos”, dijo Lourdes sonriendo.
Los textiles y joyería que podemos apreciar en la tienda del Museo Textil de Oaxaca, son hechos con especial aprecio por doña Lourdes, quien representa a diez miembros de su comunidad. Sus textiles y joye- ría, sencillos en diseño, pero complejos en su elaboración, se destacan por su refinación y sutileza para los gustos más selectos.