Margarita Avendaño Luis, por muchos conocida como Teresa, ha dedicado su vida al arte del tejido. Desde pequeña, alrededor del fuego y rodeada de las historias familiares, la niña Margarita aprendió a hilar algodón, se volvió hábil para enroscar las madejas en el malacate y ahora, después de cincuenta años de experiencia es muy rápida para torcer la fibra, rozarla con sus dedos y formar el hilo.
En el calor del hogar, su madre le enseñó a tejer, Margarita entendió la habilidad de urdir los hilos, así como ella había aprendido de una larga cadena ancestral: su abuela, bisabuela, tatarabuela...
Hace algunos años, en la Costa de Oaxaca no vendían hilo comercial, así que su trabajo tenía una gran demanda: era hilo suave de la fibra que el arbusto le regalaba. Hasta la fecha, Margarita prefiere usar su propio hilo natural y no el mercerizado.
La región de la Costa Mixteca es colorida, cada comunidad conserva su traje y sus costumbres. Margarita comprendió que tejer le daría el sustento para vivir y que además de confeccionar el huipil y el enredo de su propio pueblo: Pinotepa de don Luis, también le sería útil aprender a tejer el de los vecinos: Jamiltepec, San Juan Colorado, Santa María Huazolotitlán, Ixtayutla, Pinotepa Nacional, Ixcapa y San Pedro Atoyac.
Margarita es muy alegre, disfruta la vida y le busca la cara buena. Por ello su trabajo es tan hermoso, elocuente de pensamientos gratos y colores vivaces. Así, se ha vuelto la representante de una cooperativa de mujeres tejedoras, que quedó organizada desde 1995. Ahora son 60 integrantes y cada vez que se reúnen en la casa construida para ese fin, tejen, ríen, platican, comparten penas y alegrías y cada quien lleva su comida.
Después de tantos años sentir la suavidad del algodón con el roce de sus dedos, crear el hilo, preparar la urdimbre, tejer en el telar, crear la tela y darle forma a las costumbres del pueblo mixteco, Margarita está contenta porque su comunidad muestra aprecio por el arte del tejido, las niñas y las jóvenes están aprendiendo a tejer, ya que los maestros están interesados en difundir la lengua mixteca y el arte del tejido, especialmente en la escuela bilingüe de Pinotepa de Don Luis.
Margarita Avendaño Luis es un eslabón de una cadena milenaria, una voz elocuente de su pueblo, orgullosa de su estirpe, sus costumbres y su lengua, ella es portadora del saber de sus ancestros. Por esta razón, el Museo Textil de Oaxaca hace un reconocimiento a una vida entregada a la creación del arte del tejido, a una fiel representante de la tradición viva del oficio propio de la mujer.